¿Qué es la catarata?
El ojo de nuestras mascotas contiene una lente transparente llamada cristalino, que forma parte esencial del sistema óptico del ojo. Cuando se pierde la transparencia total o parcial del cristalino se forma una catarata, que impide el paso de la luz hasta la retina provocando la pérdida de visión.
En Grecia antigua se empleaba el término katarráktes “cascada, catarata” para referirse a ella por su semejanza con el color blanco que ofrece el agua al caer verticalmente.
¿Porqué aparece la catarata en los perros?
Son muchas las causas que pueden dar lugar a una catarata:
- un traumatismo ocular
- una infección
- inflamación
- enfermedades generales (como por ejemplo la diabetes)
- afecciones de otras estructuras del ojo (como un ojo seco crónico, una uveítis)
- por transmisión hereditaria…
Averiguar la causa nos permitirá determinar las opciones de tratamiento.
¿Tiene mi perro catarata o esclerosis?
Con los años, el cristalino envejece y puede tomar una coloración azulada debido a la compactación de sus fibras en el interior. A este fenómeno se le llama esclerosis.
Es importante poder diferenciar una esclerosis de una catarata ya que la primera no produce pérdida de visión por lo que el tratamiento no será el mismo.
Si tienes dudas sobre cuál de las dos afecciones sufre tu mascota no dudes en preguntarnos.
¿Cuál es el tratamiento de la catarata?
Una vez formada la catarata, no existe tratamiento médico para enlentecer su progresión y la pérdida de transparencia es irreversible. El único tratamiento eficaz para restaurar la pérdida de visión es la cirugía. El procedimiento quirúrgico consiste en vaciar el contenido del cristalino desorganizado e introducir una lente artificial en el saco restante (saco capsular). Igual que en las personas.
¿Puedo operar a mi perro de cataratas?
En la mayoría de los casos se recomienda la cirugía. Ahora bien, siempre realizamos pruebas previas para la evaluación, tanto del estado general de la mascota, como de su visión y podemos determinar así la conveniencia de la cirugía y el pronóstico de la misma.
Las cataratas pueden aparecer en animales jóvenes por un golpe u otras causas, pero en la mayoría de los casos aparecen en animales mayores. Al igual que en personas se observan en general a partir de los 60 años, en perros debemos revisar sus ojos a partir de los 7 años, y es frecuente que aparezcan cuando son bastante mayores. No debemos por ello renunciar a la cirugía. Un perro de 12 años vive frecuentemente hasta los 16, y será mucho más feliz si puede ver correctamente durante esos 4 años. La anestesia no tiene porqué ser un problema. Utilizamos los mismos fármacos y medidas de monitorización que en las personas, para tener anestesias seguras.
Las pruebas previas a la intervención con las que determinamos si tu mascota es una buena candidata para la cirugía consisten en:
Ante todo, una analítica general, y si hiciera falta, un electrocardiograma o placa de tórax en animales sensibles. También es fundamental evitar toda infección crónica (oídos y boca). Por ello tu veterinario habitual deberá revisar sus oídos, y realizar una limpieza de boca si fuera necesario. Nosotros trabajamos en colaboración con él para que sea todo más fácil.
Las pruebas oftalmológicas que se realizan en Oftalmovet son:
- Un electrorretinograma (ERG) que nos informa de la función de la retina. Sería absurdo operar la catarata y que la retina no funcionara.
- Una ecografía ocular que permite “ver” a través del cristalino opaco, para saber cómo están las estructuras posteriores de globo ocular.
- Una gonioscopia para visualizar el ángulo iridocorneal, zona del ojo por donde sale el humor acuoso, responsable del control de la presión intraocular, que nos informa sobre el riesgo de desarrollar un glaucoma (aumento de la presión intraocular) tras la cirugía.
¿Cómo se opera una catarata? ¿Qué hacer tras la cirugía?
La técnica quirúrgica empleada se denomina facoemulsificación (llamada erróneamente cirugía con láser) y es una técnica de vanguardia tanto en medicina humana como animal. Consiste en la eliminación de la catarata desde el interior del ojo a través de una mínima incisión (menos de 3mm) que permite una rápida recuperación, reduciendo así al mínimo la inflamación.
Utilizamos un facoemulsificador, equipo electrónico con el que aspiramos el contenido del cristalino para introducir después una nueva lente artificial en el saco capsular y compensar las dioptrías de la lente natural.
A diferencia del ojo humano, el ojo de nuestras mascotas es más inflamatorio ante cualquier manipulación quirúrgica. Por ello es necesario prevenir esta reacción con un tratamiento previo y posterior a la cirugía a base de colirios oftálmicos y comprimidos orales.
Es fundamental controlar la evolución de los ojos operados en las horas posteriores a la intervención y tener una buena monitorización de la presión intraocular. Nuestra mascota vuelve a casa el día de la cirugía con un collar isabelino y el tratamiento prescrito por el veterinario. El seguimiento será exhaustivo durante la primera semana y se continuará, espaciando visitas según su evolución.
¿Cuándo se opera una catarata?
No es raro escuchar que hay que esperar a que la catarata sea completa para operarla. Esto ocurría antiguamente ya que la técnica empleada requería sacar el cristalino en su totalidad y sólo se operaba cuando la mascota había perdido mucha visión.
La técnica actual permite operar precozmente y da grandes ventajas. Por una parte se evita que la catarata evolucione a fases tardías donde se produce una inflamación ocular que hace peligrar los ojos y lleva a recuperaciones más lentas o lesiones irreversibles, y por otra, tu mascota no llega a sufrir pérdida de visión marcada puesto que no le damos tiempo a que la catarata se desarrolle completamente.
¿Cuál es el porcentaje de éxito de la cirugía?
Con la técnica de facoemulsificación y un cirujano experto, el porcentaje de éxito supera el 90%. Nuestra mascota recupera la visión y va mejorándola en los días posteriores a medida que la inflamación ocular disminuye.
Las complicaciones descritas pueden surgir durante la cirugía y posteriormente a la misma. Puede tratarse de hemorragias, muchas veces relacionadas con el temperamento del animal en los días postquirúrgicos de reposo, alteraciones en la presión intraocular, o incluso, y por suerte rara vez, desprendimientos de retina. La mayoría de complicaciones son tratadas con éxito, sobre todo, cuando las revisiones postquirúrgicas se efectúan en los tiempos estipulados. Una vez realizada la cirugía, el trabajo y colaboración del propietario en la medicación de su mascota son fundamentales para la recuperación de la visión. Hay que ser plenamente consciente de los cuidados que necesitará tu mascota antes y después de la cirugía por lo que es conveniente planificarse previamente. Nosotros te explicaremos como hacerlo, no es tan difícil. Y si tienes cualquier duda estaremos a tu disposición para solucionarla.
¿Cuánto cuesta la operación de cataratas en mi perro?
La cirugía de facoemulsificación requiere de un equipo muy especializado, al que debemos añadir, en veterinaria, una anestesia general que no se realiza en humanos. Por otra parte, se utilizan fármacos y un material desechable sofisticado, para asegurar una esterilidad completa. Es por ello que esta cirugía es una intervención relativamente costosa. Pero si ves cómo trabajamos, el cuidado y el cariño que le ponemos, te darás cuenta que lo vale. Y no te preocupes, porque tenemos opciones de financiación sin gastos a medida de cada uno.
Cada caso es distinto y requiere una atención concreta. No dudes en llamarnos, pide cita en el 963 625 664 y tras la evaluación de tu mascota te daremos tu presupuesto.

Eduardo Huguet
Director de Oftalmovet
- Veterinario Diplomado en oftalmología veterinaria por el CLOVE y CES (Certificat d’Etudes Supérieures) en Oftalmología Veterinaria por l’Ecole Nationale Vétérinaire de Toulouse (Francia), y Acreditado de Especialidad Oftalmología por AVEPA.